Masaje PEMF

Los médicos sabían desde el principio que los campos magnéticos y la electricidad podían ayudar a los pacientes, pero no entendían cómo. Una vez que la electricidad pudo controlarse lo suficiente para ser utilizada de forma segura y sin dolor en el siglo XX, se inició la investigación sobre la eficacia y los beneficios de los campos electromagnéticos pulsados. En la década de 1950 se inició una amplia investigación sobre la terapia con campos electromagnéticos pulsados, y en la década de 1970 aparecieron las primeras versiones de las máquinas PEMF actuales.

Los veterinarios fueron los primeros en ofrecer masajes PEMF a sus pacientes en los Estados Unidos, cuando se utilizó para tratar con éxito a caballos de carrera heridos. Una cronología de su uso en los Estados Unidos incluye:

1979: La FDA aprueba el masaje PEMF para curar fracturas no consolidadas
1998: Aprobado para la incontinencia urinaria y la estimulación muscular.
1998: Aprobado como "tratamiento viable para el dolor"
2004: Aprobado para pacientes de cirugía de fusión cervical con alto riesgo de no fusión.
2006: Aprobado para tratar la depresión y la ansiedad.
2011: Aprobado para tratar el cáncer cerebral
2015: Los aparatos PEMF pasan de ser dispositivos médicos de clase 3 a ser de clase 2

El masaje PEMF funciona mediante la creación de microcorrientes en los tejidos del cuerpo, con el fin de estimular respuestas biológicas específicas. En concreto, puede aliviar el dolor reparando los huesos y tejidos dañados sin necesidad de recurrir a medicamentos potentes que pueden conllevar el riesgo de efectos secundarios importantes junto con el potencial de adicción. También puede, en algunos casos, eliminar la necesidad de cirugía.

¿Cómo funciona? Se basa en una teoría sencilla de magnetismo y electricidad. El cuerpo contiene una serie de campos electromagnéticos y cada órgano y tejido tiene una firma electromagnética única. Los PEMF identifican y trabajan con las funciones electromagnéticas naturales del cuerpo para facilitar la curación. Las primeras investigaciones sugieren que la terapia con EMF puede ser eficaz para tratar una amplia gama de enfermedades, como el Alzheimer, el Parkinson e incluso la esquizofrenia y el cáncer. Se trata de una noticia muy emocionante, pero la investigación todavía se encuentra en sus primeras etapas. Sin embargo, las investigaciones sobre cuestiones relacionadas con el daño a los huesos y los tejidos son más concluyentes.

PEMF y daño óseo

Cada vez hay más pruebas científicas sobre los PEMF y su efecto reparador de los daños óseos. Aunque todavía se encuentran en sus primeras etapas, las investigaciones sugieren que los PEMF pueden mejorar la densidad ósea y aumentar el crecimiento óseo. Esto se basa en las puntuaciones de densidad ósea de los pacientes que han recibido masajes PEMF. Los resultados no son inesperados, porque el ser humano es, en esencia, una entidad electromagnética. Nuestro cuerpo funciona enviando y recibiendo señales magnéticas o eléctricas. Cuando se utiliza un sistema electromagnético que funciona con el sistema electromagnético de nuestro propio cuerpo, es lógico que el resultado sea favorable. Esto significa que las posibilidades son muy interesantes para todo tipo de problemas óseos, incluso la osteoporosis.

El PEMF repara los daños en los huesos desencadenando una serie de reacciones biológicas perfectamente naturales que ayudan a reparar los tejidos dañados. El intercambio de frecuencias electromagnéticas entre la máquina PEMF y el propio cuerpo del paciente crea una reacción terapéutica natural y segura.

El principio funciona de la misma manera en la reparación de tejidos blandos. El pulso electromagnético trabaja con el propio cuerpo del paciente para emitir pulsos electromagnéticos de baja intensidad que facilitan la curación sin necesidad de recurrir a medicamentos o tratamientos invasivos.

Relajación muscular

Esta misma aplicación de energía magnética también puede funcionar para relajar los músculos. Básicamente, funciona debilitando los impulsos nerviosos a las células musculares de tal manera que pierden su tensión y comienzan a relajarse. No hace falta decir que esto no solo tiene un efecto favorable en los músculos afectados, sino también en toda la persona. Prácticamente cualquier espasmo muscular se puede aliviar, o incluso eliminar, utilizando el masaje PEMF. Incluso el dolor de espalda y los dolores de cabeza causados ​​por la tensión muscular se pueden tratar de forma natural utilizando el masaje PEMF. Es un medio completamente natural para aliviar el dolor, no tiene efectos secundarios conocidos y puede ofrecer resultados instantáneos. No solo se relaja la tensión muscular dolorosa, sino que también se alivia considerablemente el estrés que acompaña al dolor y la incomodidad de los músculos tensos.
En la mayoría de los casos, los médicos recetan relajantes musculares potentes para la tensión muscular, pero la realidad es que existen otros métodos disponibles. El masaje PEMF es muy eficaz para aliviar el malestar de los músculos tensos.